La idea de abrir un espacio de formación surgió durante un Curso de Teología en la casa de San Miguel, a pedido de algunas hermanas, como un modo de dar una respuesta sistemática a la necesidad de actualización en la formación pastoral y catequística que ya se venía realizando en nuestra Inspectoría San Francisco de Sales.
El Centro de Espiritualidad Religiosa y Formación Catequística fue inaugurado el 14 de abril de 1973 e inicialmente era para la formación de Hijas de María Auxiliadora con tareas docentes.Cuatro meses después, el 11 de agosto, las autoridades del Instituto solicitaron al arzobispo coadjutor de Buenos Aires, Monseñor Juan Carlos Aramburu, el reconocimiento oficial.El pedido estuvo motivado por la necesidad de que los alumnos pudieran contar con un título que los habilitara en la tarea pastoral y catequística. La respuesta no se hizo esperar y el 25 de septiembre de 1973 llegó la aprobación del Seminario Catequístico.
El 23 de marzo de 1974 se iniciaron las clases del nuevo Seminario Catequístico Arquidiocesano María Auxiliadora.
Tiempo más tarde, el Seminario se abrió a otras congregaciones religiosas, con una numerosa inscripción. Al presente, más de 65 congregaciones han pasado por el Seminario.
En 1975, atendiendo numerosos pedidos, los laicos se integraron como alumnos.Los alumnos son jóvenes de ambos sexos, gente mayor, matrimonios, numerosos religiosos y futuros consagrados, de las profesiones y ocupaciones más diversas, de lugares diversos, incluso del interior del país.
Es muy meritorio el sacrificio que los alumnos realizan para asistir cada sábado a las clases, de 8:30 a 12:30.
El Seminario se propone, en primer lugar, prestar un servicio a la Iglesia, proporcionando una profunda espiritualidad eclesial y una preparación religiosa y catequística de alto nivel. El plan de estudios es de cuatro años.
Los alumnos, luego de cursar regularmente los cuatro años del Seminario, egresan con el título de Catequistas de Niños, Adolescentes y Adultos y ofrecen su servicio en distintos lugares donde la necesidad pastoral se presenta y desde donde el Señor llama a cada uno a realizar una misión.