Proyecto "El tránsito seguro lo hacemos entre todos"

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Natalia Giselle Marmorato

Fundamentación

Los niños en esta etapa son muy receptivos, incorporan la mayoría de los hábitos, actitudes y valores que luego pondrán en práctica durante toda la vida; es por esto que considero importante que comiencen a incorporar nociones básicas sobre educación vial, siempre respetando su evolución, su madurez psicológica y física y la desprotección frente a las condiciones del tránsito actual.

Un factor preocupante es el alto nivel de accidentes con los que el niño se enfrenta día a día, ya sea en los accesos a las escuelas, caminando por la calle, los que observan a través de los medios de comunicación, etc. Ésta es una situación que me motiva a considerar los ámbitos de riesgo para los chicos y las pautas de conductas que les garanticen una mayor seguridad.

Con la idea de abarcar modelos de comportamientos y un marco de comprensión de la realidad del niño en sus distintos roles (como peatón, pasajero, conductor) me inclino a lograr una mayor aproximación a la problemática vial, señalando los riesgos más comunes y cómo evitarlos, buscando una transformación positiva de la convivencia social y una mejor calidad de vida.

Propósitos

  • Orientar y ajustar la educación vial, al verdadero ámbito en que se pueda desarrollar el niño.
  • Llegar al niño a través de mensajes reales, en los cuales perciba las consecuencias que traen aparejados los incidentes de tránsito para sí mismo y las personas que lo rodean.
  • Garantizar la inserción segura del niño en esta "sociedad de la calle" a través de la educación y concientización.

Destinatarios: Sala de 4 años.

Tiempo estimado: 2 meses aproximadamente

Objetivos:

  • Reconocer los roles que puede desempeñar en la circulación vial.
  • Identificar y establecer diferencias entre los medios de transporte.
  • Reconocer las Normas de Tránsito y las señales viales más significativas.
  • Adquirir respeto por las normas y señales de tránsito.
  • Adquirir hábitos y sentimiento de responsabilidad que le permitan acomodar su comportamiento según lo establecen las normas de tránsito ante los distintos roles que tenga que cumplir.
  • Tomar conciencia de los tipos de riesgos a los cuales se enfrenta y de las consecuencias de la trasgresión de las normas y señales de transito.
  • Desarrollar plena conciencia de la circulación.
  • Identificar las modalidades que se llevan a cabo para el control de las Normas de Tránsito.

Contenidos:

  • Concepto de educación vial.

  • Peatón, conductor y pasajero. Comportamientos adecuados a tener en los distintos roles: como peatón, como pasajero, como conductor.

  • Clasificación de los medios de transportes.

  • Concepto de tránsito.

  • Reconocimiento de los factores que influyen sobre el tránsito.
  • Reconocimiento y apropiación de las Normas de Tránsito.
  • Reconocimiento y diferenciación de las principales Señales de tránsito.
  • Obediencia y respeto por las normas y señales de tránsito y fomentación de la autoprotección. Consecuencias de su transgresión.
  • Clasificación y descripción de las medidas que se aplican para el control de las Normas de Tránsito. Concepto de infracción. Determinación del rol del Policía.
  • Cuidado y mantenimiento de los espacios de circulación.
  • Establecimiento de los hábitos adecuados con respecto a las normas básicas de circulación.
  • Distribución de los accidentes en el espacio, frecuencia y exposición al riesgo del niño.

Actividades:

  • Narrar un cuento que sirva como introducción a la temática.
  • Conversar sobre la comprensión del cuento y establecer relaciones con sus experiencias cotidianas (traslado a la escuela, paseos, viajes, etc.)
  • Dibujar en forma individual lo que cada uno imaginó del cuento.
  • Representación con títeres. A través de dos títeres (representando al semáforo y al semáforo peatonal) interactuar con los niños, por ejemplo: presentación de estos nuevos amigos, lugar donde "viven", funciones que cumplen, etc.
  • Jugar con las nociones de lo permitido y lo prohibido, asociarlas a los colores del semáforo (verde y rojo).
  • Juntar imágenes de medios de transporte, clasificarlos por sus funciones y realizar una cartelera para decorar la sala.
  • Presentar láminas con las señales de tránsito más significativas para los niños. Conversar sobre sus significados y lugares en donde las ven cotidianamente.
  • Construir señales de tránsito. Asociarlas con objetos reales.
  • Dramatizar viajes en distintos tipos de medios de transporte, por ejemplo, imaginar que estamos viajando en un colectivo, y así poder analizar los comportamientos adecuados que hay que tener.
  • Charlar sobre los peligros a los que están expuestos diariamente las personas en función del tránsito y sobre la importancia de cuidar la infraestructura vial y mantener limpios los espacios públicos.
  • Pensar normas que las protejan cuando cumplen un rol determinado dentro del tránsito, y confeccionar un reglamento para presentarlo al resto del jardín.
  • Invitar a algún familiar que sea o haya ejercido como policía para que nos cuente cuales son las funciones que tiene que cumplir con respecto al control del tránsito y la circulación de las personas por la calle.
  • Realizar un recorrido por la manzana de la institución para reconocer los conceptos aprendidos y las distintas situaciones charladas. Se le pedirá a los niños que observen cómo se comportan las personas en la vía pública, cómo cruzan la calle, si reconocen algunas señales de tránsito, etc.
  • Trabajar con dibujos para completar y/o colorear, de modo de plasmar lo aprendido.
  • Recrear un circuito, en el patio del jardín, en el que los niños cumplan los distintos roles y se pongan en juego las normas y señales de tránsito creadas por ellos.

Estrategias

  • Utilizar materiales atractivos visualmente en la confección de los títeres y láminas.
  • Emplear varios recursos expresivos en la narración del cuento (por ejemplo cambio de voz entre los distintos personajes y la interlocutora) y la expresión corporal para la dramatización de las situaciones cotidianas.
  • Brindar consignas claras y dándoles un orden lógico.
  • Utilizar el juego para motivar el interés y la participación de los niños en el aprendizaje.

Evaluación

A través de la observación constante:

  • Atender y valorar los procesos y resultados del trabajo realizado por los niños.
  • Tener en cuenta los logros de aprendizaje, considerando qué sabían los niños al inicio del proyecto y qué saben al finalizarlo (atendiendo a las tres dimensiones: conceptual, procedimental y actitudinal).

Se evalúa primero a través de una "evaluación de diagnóstico", y al finalizar el Proyecto mediante la "evaluación final" que brindará información sobre los logros alcanzados por los niños.

También es importante realizar un análisis de la propia tarea observando errores y carencias a superar en la práctica, como también aquellas intervenciones que han resultado positivas y adecuadas. Siempre teniendo en cuenta el desarrollo de la programación, analizando su validez, los instrumentos y técnicas utilizadas, el eje organizador elegido, las actividades planteadas, el tiempo y el espacio, el rol docente, etc.

por María Auxiliadora